Vamos a hablar de Empatía

¿La empatía puede salvar al mundo?
Descubrí una canción de una banda mexicana que me gusta mucho: Mamá pulpa- Maldito tráfico. Como cualquier citadina de esta gran ciudad, casi todos los días me enojo cuando tengo que pasar entre 2 y 3 horas en el tránsito, ya sea en su variante auto o transporte público .Todos los perros días llego a la misma conclusión: esta ciudad, este país y este mundo se están yendo a la mierda por la falta de empatía. En este caso, sostengo la hipótesis de que una respuesta al problema del tráfico de esta ciudad no es crear más vías o infraestructura vial, sino: tener más pinche empatía al circular por la ciudad. 
Mi diagnóstico: La falta de empatía, así como la "mirada de corto alcance" de la mayoría de la población (incluyendo a quienes nos gobiernan), son la fórmula maestra para el caos. Si a eso le sumas que somos 22 millones de habitantes: pum, ahí tienes los elementos para describir a la desquiciada CDMX.
 Antes de intentar ofrecer una definición a este concepto, necesito que tengan en mente una constante del comportamiento del mexicano bajo situaciones difíciles: primero yo, luego yo, y después yo. Es curioso que frente a los los ojos del extranjero los mexicanos seamos percibidos como un pueblo empático y amigable. En cierta medida con los extranjeros si nos comportamos así, lo damos todo para que los cabrones se sientan como en casa, nos enorgullecemos del refrán: mi casa, tu casa. Pero entre nosotros, en nuestra comunidad somos los más egoístas, si te apendejas te chingo, porque YO tengo más prisa que tú, soy más listo que tú, valgo más que tú.
Entonces por qué tratar de explicar un comportamiento tan aparentemente mundano a partir de la empatía. 
¿Qué es la empatía? Los griegos dijeron que Empathós, es estar emocionado. Es una –capacidad cognitiva– de  percibir la emoción de alguien más, es literalmente es ponerte en los zapatos del otro; sentir lo que él/ella siente. Es un sentimiento compartido. Quizá desde la subjetividad humana,  el tener simpatía hacia los demás encuentra una barrera que nos impide sentir/percibir exactamente lo que el otro siente. Pero, como comunidad podemos llegar a adquirir la disposición y la capacidad de al menos intentar entender al otro.
Cuando se practica este ejercicio en el día día, se puede llegar a entender que nuestra situación, nuestros intereses, nuestros deseos  NO son más importantes o poderosos que los de los demás. Mi tiempo, mis sentimientos, mis aspiraciones no pueden –ni deben– pasar por encima de las tuyas; no porque haya necesariamente una ley moral que así me lo imponga, sino porque soy capaz de reconocerte, de estar en tu lugar, de entenderte.
Un concepto aparentemente similar, relacionado a la cristiandad; concretamente a la religión católica (aunque no es exclusiva de ella) es la compasión. La compasión normalmente se entiende como ese "sufrir juntos", el ver tu dolor y entenderlo. El problema que yo encuentro, es que puedo desde mi lugar entender tu dolor y en una especie de asimetría o relación descendente; sentirme mal por tí. Sin embargo, no necesariamente me encuentro en una relación uno a uno de decirte: -eso que estas sintiendo, lo siento, me duele a mí también. 
Muchas veces la compasión se ha entendido como ese sentimiento caritativo de tener lástima por el otro, por aquel que sufre, por el que la pasa mal – pero– desde una posición de superioridad. 

 Si tuviéramos empatía quizá no andaríamos por la vida, por el tráfico de CDMX, chingando a los demás. Al menos nos detendríamos un momento a pensar; a intentar entender  las consecuencias de dañar al otro. Quizá no necesitaríamos ser católicos, musulmanes, kantianos,iusnaturalistas sino: solo empáticos con el otro...
sí, esto definitivamente suena idealista y más cuando nos preguntamos: ¿pero cómo sentir empatía hacia aquel que me lastima? ¿Hacia aquel que se muestra reacio a tomar en cuenta lo que siento? En estos tiempos, el optar por la empatía parece un ejercicio que va en contra de la autopreservación. Nadie quiere ser el que arriesgue, vemos oportunidades, no personas.
Ciertamente, hoy camino por la calle y no encuentro mucha empatía entre mis paisanos ni incluso entre  por quienes siento afecto...
Si tan solo nos concentrácemos por tratar de entender un poquito al otro, quizá no cometeríamos tantas estupideces en contra de nuestra misma comunidad... pero fuck me right? solo soy un ensayo de filósofa probablemente pidiendo demasiado.

Contra la amargura,contra la rabia, contra la decepción: una nieve de coco. SIEMPRE
Hasta Pronto.
Ilustración de Hilda Palafox

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