Parte de mi trabajo de becaria consiste en crear contenido para un Blog de una consultora de TI. El público al que supuestamente está dirigido es emprendedores, dueños de Pymes, administradores e interesados directa o indirectamente en tecnología y manejo de información, manejo de –big data– gooey. Las secciones sobre las que me caga escribir son Recursos Humanos y Liderazgo, porque me supone un lector que solo piensa en términos de producción-utilidad, que desea saber cómo hacer que sus empleados trabajen más y sean proactivos con pequeños incentivos y tips o siguiendo fórmulas o las nuevas dentencias en R.R.H.H. Lo anterior también supone que los empleados pueden ser objetivados, reducidos, contados, pero eso sí: entre más especializados, mejor. Esto responde a la lógica bajo la cual opera el sistema capitalista: la racionalización y cálculo extremo. Programas de pronóstico, análisis de datos para crear reportes y predecir el número de posibles ventas y de la producción necesaria; demanda-consumo, pronósticos para crear estrategias de venta. Anticiparse siempre, tener todo el conocimiento posible. Cifras y números, a eso somos reducidos: a cifras -estadísticas y –rápido por favorcito–.
Lo cual me lleva a pensar en cómo el tiempo también se mueve con una velocidad impresionante bajo este modo de operar imperante que es la globalización. Esta aceleración del tiempo que se llega a dar en todos los ámbitos de la vida terminan por hacer de nuestra existencia un triste y fugaz proceso. "El tiempo es oro", –apúrate a graduarte–, apúrate a crecer, apúrate a conseguir empleo, apúrate a formar una familia, apúrate a jubilarte, apúrate a morir. Bajo la lógica del capitalismo exacerbado en el que vivimos el tiempo también es racionalizado, se convierte en mercancía, valor de uso.
Uniendo conceptos, tanto en la globalización, como la aceleración y cambio en los ámbitos de la vida humana ( de la vida del trabajador) se plantean nuevos escenarios que no estoy tan segura que la gente llegue a cuestionarse siquiera alguna vez en su vida (ellos dan la idea de ser algo absoluto,externo al sujeto). Y dentro de esta complejidad relacional que suponen, todos estos escenarios terminan por alterar y cambiar la manera en que entendemos y llevamos a cabo nuestros planes de vida ¡sin siquiera saberlo! (-es porque así me tocó vivir, en la era neoliberal, soy millennial-). Es decir, creo que a veces no alcanzamos a vislumbrar los alcances que supone la globalización en los ámbitos de nuestra vida; concretamente el de la vida laboral y la vida privada. Es algo que damos simplemente por sentado, despojado de contemplaciones.
No por nada los husos horarios siguen también ésta lógica, ¡que las bolsas estén en sincronía con sus horarios listos para vender acciones!, que si ya salió el nuevo iphone, la nueva actualización, la última tendencia en moda... el consumismo grotesco en el que todos estamos hundidos. (salieron las cifras ahí en su tan leída revista Forbes, en Merca 2.0)
Otra característica de la globalización es esta falsa idea de la demarcación entre la vida laboral y el tiempo libre, traducible al ámbito de lo público y lo privado a través de la flexibilidad laboral. Con la expansión cool de la globalización ahí me tienes escribiendo las últimas tendencias en materia de R.R.H.H; home office, fenómeno BYOD, oficinas pet friendly, kid friendly etc. Bajo el título de "organizaciones laborales flexibles" que no hacen más que esconder peligrosamente en esta supuesta flexibilidad: nuevas e ingeniosas formas de explotación que terminan por diluir la división entre la vida laboral o pública y la privada o libre de la que tanto se jactan de defender las sociedades modernas.
Pongamos ejemplos concretos: Con la tecnología y los smartphones, y todos los dispositivos que se te ocurran, puedes monitorear y realizar tus labores desde cualquier lugar sin la imperante necesidad de tener tu trasero pegado a la silla de la oficina(yupi). OK, desde que podemos guardar y compartir toda nuestra información en la nube, de verdad no hay necesidad de estar 8 horas en una oficina y eso supone un logro de la globalización. Pero ¿qué pasa cuando segmento y distribuyo mis horarios laborales a lo largo del día, de tal suerte que puedo trabajar un rato en Starbucks, otro en la casa o en el uber mientras me hundo en el tráfico?. Y además, mi jefe puede localizarme en cualquier momento, ¡wow!. Bueno pues pasa que mi tiempo dedicado a trabajar y mi tiempo de esparcimiento quedan fundidos y ya no hay tal división. Y así con cualquier otra modalidad y estrategia que suponga que puedo pasar más tiempo en la oficina porque mi hijo, mi perro, etcétera están ahí conmigo. ¿Pa qué vas a tu casa entonces, si ya de por sí siempre hay tráfico? neoesclavismo
Ejemplos más trágicos de esta flexibilidad laboral:horarios rígidos en oficinas, contratos, jubilación resistencia al cambio, permanencia, son sustituidos por horario y sueldo flexibles con posibilidad de crecer, trabajo desde casa, actividades motivacionales y recreativas para empleados, juevesitos de chelas en la oficina, viernes casual, etc, que se traduce a: ni horario ni espacio de trabajo definido, ni organigrama ni sueldo estable, ni contrato ni prestaciones.. bueno comedor en la ofi bebés. Como resultado, se deja entrever como la organización laboral tradicional se ha diluido y con ello el estatus del trabajador, cada vez más conocido como prestador de servicios.
Finalmente, otra idea muy explotada actualmente por el cambio en el orden laboral, la figura del sujeto emprendedor y todo lo que rodea al entrepreneurship; aumento de start-ups, creación de pequeñas empresas de intercambio de servicios cada vez más locos fuera del rígido organigrama godín (¿no puedes ni buscar algo porque no tienes tiempo? nosotros lo hacemos por ti!. New app). Crea, innova, emprende tu propio negocio (siempre en chinga, acuérdate, si no te ganan las ideas). Todo, todo sigue esta lógica de cálculo, eficacia, pero bueno que chingón es también cuando puedes estar conectado todo el día y compartir vídeos de perritos corriendo y que se haga viral <3.
Tómense un té, esta vez chai, pero con leche de coco para que no les vaya a doler la pancita ;)
Lo cual me lleva a pensar en cómo el tiempo también se mueve con una velocidad impresionante bajo este modo de operar imperante que es la globalización. Esta aceleración del tiempo que se llega a dar en todos los ámbitos de la vida terminan por hacer de nuestra existencia un triste y fugaz proceso. "El tiempo es oro", –apúrate a graduarte–, apúrate a crecer, apúrate a conseguir empleo, apúrate a formar una familia, apúrate a jubilarte, apúrate a morir. Bajo la lógica del capitalismo exacerbado en el que vivimos el tiempo también es racionalizado, se convierte en mercancía, valor de uso.
Uniendo conceptos, tanto en la globalización, como la aceleración y cambio en los ámbitos de la vida humana ( de la vida del trabajador) se plantean nuevos escenarios que no estoy tan segura que la gente llegue a cuestionarse siquiera alguna vez en su vida (ellos dan la idea de ser algo absoluto,externo al sujeto). Y dentro de esta complejidad relacional que suponen, todos estos escenarios terminan por alterar y cambiar la manera en que entendemos y llevamos a cabo nuestros planes de vida ¡sin siquiera saberlo! (-es porque así me tocó vivir, en la era neoliberal, soy millennial-). Es decir, creo que a veces no alcanzamos a vislumbrar los alcances que supone la globalización en los ámbitos de nuestra vida; concretamente el de la vida laboral y la vida privada. Es algo que damos simplemente por sentado, despojado de contemplaciones.
No por nada los husos horarios siguen también ésta lógica, ¡que las bolsas estén en sincronía con sus horarios listos para vender acciones!, que si ya salió el nuevo iphone, la nueva actualización, la última tendencia en moda... el consumismo grotesco en el que todos estamos hundidos. (salieron las cifras ahí en su tan leída revista Forbes, en Merca 2.0)
Otra característica de la globalización es esta falsa idea de la demarcación entre la vida laboral y el tiempo libre, traducible al ámbito de lo público y lo privado a través de la flexibilidad laboral. Con la expansión cool de la globalización ahí me tienes escribiendo las últimas tendencias en materia de R.R.H.H; home office, fenómeno BYOD, oficinas pet friendly, kid friendly etc. Bajo el título de "organizaciones laborales flexibles" que no hacen más que esconder peligrosamente en esta supuesta flexibilidad: nuevas e ingeniosas formas de explotación que terminan por diluir la división entre la vida laboral o pública y la privada o libre de la que tanto se jactan de defender las sociedades modernas.
Pongamos ejemplos concretos: Con la tecnología y los smartphones, y todos los dispositivos que se te ocurran, puedes monitorear y realizar tus labores desde cualquier lugar sin la imperante necesidad de tener tu trasero pegado a la silla de la oficina(yupi). OK, desde que podemos guardar y compartir toda nuestra información en la nube, de verdad no hay necesidad de estar 8 horas en una oficina y eso supone un logro de la globalización. Pero ¿qué pasa cuando segmento y distribuyo mis horarios laborales a lo largo del día, de tal suerte que puedo trabajar un rato en Starbucks, otro en la casa o en el uber mientras me hundo en el tráfico?. Y además, mi jefe puede localizarme en cualquier momento, ¡wow!. Bueno pues pasa que mi tiempo dedicado a trabajar y mi tiempo de esparcimiento quedan fundidos y ya no hay tal división. Y así con cualquier otra modalidad y estrategia que suponga que puedo pasar más tiempo en la oficina porque mi hijo, mi perro, etcétera están ahí conmigo. ¿Pa qué vas a tu casa entonces, si ya de por sí siempre hay tráfico? neoesclavismo
Ejemplos más trágicos de esta flexibilidad laboral:horarios rígidos en oficinas, contratos, jubilación resistencia al cambio, permanencia, son sustituidos por horario y sueldo flexibles con posibilidad de crecer, trabajo desde casa, actividades motivacionales y recreativas para empleados, juevesitos de chelas en la oficina, viernes casual, etc, que se traduce a: ni horario ni espacio de trabajo definido, ni organigrama ni sueldo estable, ni contrato ni prestaciones.. bueno comedor en la ofi bebés. Como resultado, se deja entrever como la organización laboral tradicional se ha diluido y con ello el estatus del trabajador, cada vez más conocido como prestador de servicios.
Finalmente, otra idea muy explotada actualmente por el cambio en el orden laboral, la figura del sujeto emprendedor y todo lo que rodea al entrepreneurship; aumento de start-ups, creación de pequeñas empresas de intercambio de servicios cada vez más locos fuera del rígido organigrama godín (¿no puedes ni buscar algo porque no tienes tiempo? nosotros lo hacemos por ti!. New app). Crea, innova, emprende tu propio negocio (siempre en chinga, acuérdate, si no te ganan las ideas). Todo, todo sigue esta lógica de cálculo, eficacia, pero bueno que chingón es también cuando puedes estar conectado todo el día y compartir vídeos de perritos corriendo y que se haga viral <3.
Tómense un té, esta vez chai, pero con leche de coco para que no les vaya a doler la pancita ;)
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