Esta vez os platicaré (sí, me estoy burlando de tu acento español, tía) como anécdota, uno de los días más estresantes que he vivido. Ahora, casi un año después lo recuerdo con gracia y prefiero escribirlo antes de que empiece a olvidar cosas o inventar otras tantas... aquí voy.
Tienen que saber que uno de mis sueños era conocer Londres, así que el verano pasado después de terminar mi intercambio en Suecia decidí visitar a mi prima en Bristol y luego pasar unos días en Londres. La verdad es que aunque me gustó mucho, tuvimos malas experiencias respecto al transporte público. Sin mencionar lo pinche caro y confuso que puede llegar a ser comprar la Oster card. Recuerdo que la línea amarilla y la verde no funcionaban por lo cual tuvimos que caminar un chingo con mi maleta del intercambio que pesaba un montón hasta el hostal. Siempre tuvimos que hacer trayectos más largos porque esas fucking's líneas no estaban en servicio, en verdad fue un pain. El caso es que una chica (gracias mil Heather) me iba a guardar mi maleta por un mes mientras yo realizaba otros viajes y como mi destino final era Londres-Frankfurt-México (jeje), acordamos que ella me dejaría la maleta en un locker de King's Cross un mes después.
Todo parecía funcionar de acuerdo al plan y seguí mi viaje de acuerdo al itinerario. Hacia el final del viaje decidí pasar a Köln, (tienen que saber que para ese entonces mis bolsillos y yo estábamos MUY desgastados). En Alemania por alguna extraña razón no aceptan las tarjetas de crédito extranjeras y se bloqueó mi tarjeta de débito, por lo que solo tenía de crédito (que no me aceptaban), 10 euros, 5 dólares, 4.25 libras, como 50 pesos mexicanos y como 80 SEK (coronas suecas). Mi último día en Colonia en verdad me sentía super cansada, harta de cargar como gitana y comer pan (estaba hasta la madre del pan y de cambiar de hostal/cama cada 2-3 días).
Había dejado a mi crew de viaje y realmente me empezaba a sentir super emo de que todo estaba llegando a su fin. Afortunadamente alemano apareció y me hizo compañía ese día . Mientras lo esperaba en un McDonalds (típico de nosotros), me puse a checar mi itinerario de regreso porque estaba segura que ¡London Underground no me iba a chingar otra vez! Esta vez iba a contemplar TODAS las rutas posibles, horarios, planes B, C ,D. Dado que ya había estado un par de veces en esas estaciones, aeropuertos, terminales, etc, sabía el protocolo. Tenía los tiempos estimados del autobús desde el aeropuerto de Ryan Air hasta Victoria station, tenía la experiencia de migración, sabía que eran unos mamones, especialmente el policía pelón.
Por extra precaución decidí checar la ruta una vez más, y cual es mi sorpresa que veo en la página que todo el transporte en Londres: Tubes, autobuses , etc estarían en huelga por 24 horas. No podía creer mi mala suerte, en verdad Londres me odiaba... mi vuelo Köln-Stansted salía a las 6:30 pm, yo llegaría a las 6:40-7:00 a Inglaterra, tomaría el autobús de las 8:30 (suponiendo que podría tardar hasta 1 hora por mucho en la aduana, por culpa del pelón) hacia Victoria station y de ahí (idealmente, sin huelga) tomaría victoria line hacia King's Cross/ St. Pancras, recogería mi maleta, cenaría algo y me iría hacia el aeropuerto a pasar una mala noche para temprano tomar el vuelo hacia Frankfurt y finalmente México. Ese era el itinerario, sin embargo el destino tenía preparado para mí cosas interesantes...
ok, ese era mi plan pero mientras estaba en Mc Donalds, recibí una foto de Heather con el ticket para recoger mi maleta. Leí cuidadosamente el ticket y en letras pequeñas una leyenda: "King's Cross St. Pancras luggage storage, open from 6:00 to 23:00) esto definitivamente agregaba presión a la situación. No solo había un puto caos para moverse en la ciudad, encima tenía que llegar antes de las 11 de la noche o mi maleta se iba a quedar en Londres. Obviamente entré en pánico y empecé a sudar como puerco. En esa maleta no solo estaban mis recuerdos de 6 meses en Suecia sino mi Laptop, mis libros y mi ropa de invierno. Mi crisis nerviosa aumentó cuando en el aeropuerto de Köln nos dijeron que el vuelo iba retrasado. Parece que alguien no llegaría a tiempo a recoger su equipaje.
Mientras intentaba no entrar en pánico me puse a leer sobre cómo recuperar mi maleta si me cerraban el almacén. Ahí decía que podías sacar tus cosas si presentabas el ticket y pagabas un recargo de 70 libras... Si transcurría cierto tiempo enviaban las maletas a un tipo corralón en donde debías demostrar que en efecto era tuya y pagar la multa para recuperar tus cosas. Así que las consecuencias de no recoger mi maleta a tiempo eran graves y recordemos que yo no tenía más que 4.72 libras y la tarjeta de crédito. Estaba decidida a intentarlo –no tenía de otra– a pesar de tener todas las circunstancias en mi contra, pero como en todas las historias de la vida real, evidentemente fracasé.
En el avión iba super estresada y les pregunté a unos morros super posh si sabían a qué hora cerraban King's Cross, ellos me dijeron que King's Cross station nunca cerraba y que me podía quedar ahí a pernoctar, les conté mi situación y pues solo me hicieron "ups, sorry".
En fin, llegué a Stansted y ¡diomio! la cola para pasar migración era eterna. Ahí acepté que no iba a llegar a tiempo jamás. Además informaron que debido a la demanda y caos en Londres, los autobuses National Express no tenían hora fija, es decir: cual ADO México-Oaxtepex en semana Santa: compras tu ticket y te formas en la fila hasta que te toque subirte a uno, sepa Dios cuándo. Entonces estaba en la primera fila, rogando que no me tocara el policía pelón porque iba a ver que mi visa había vencido hace un par de días, que no tenía a donde llegar y que pensaba estar homeless en una estación en lo que podía sacar mi maleta para ir al aeropuerto y regresar a Frankfurt.
Estaba a punto de soltarme a llorar, no sabía si llamar a mis papás en México, aunque descarté esa idea porque ¿ellos qué podían hacer?. Lo más sensato era buscar a Heather, pero sabía que se iba de viaje a no se donde. Mi tercera opción era llamarle a mi prima para que en algún momento recogiera mi maleta. Recuerdo que pensaba que mi problema se solucionaría si tan solo conociera a alguien en Londres que pudiera recoger mi equipaje si yo no lo lograba en las próximas 12 horas. En esas andaba cuando en la fila vi las dos más hermosas y mexicano-maristas caras de la historia: Quimbar y Jimena. Dos amigos-conocidos que topaba desde la prepa y que estaban haciendo verano de titulación de Barcelona Goooey, ellos habían decidido ir a Londres ese fin (thanks, god, thanks Marcelino Champagnat). En cuanto los vi, me les eché encima cual gacela rapaz, les conté mi situación y me dijeron que no me preocupara; que si no podía recoger mi maleta ellos se encargarían de recuperarla y enviarla a México o a mi prima o lo que se necesitara.
Pasamos migración, a los tres nos tocó el policía pelón y nos la armó de pedo pero al final nos dejó pasar y todo bien. Para esto ya eran casi las 9 de la noche. Yo tenía unos cupones de descuento por ser viajera frecuente de National Express (en realidad por comprar muchos tickets porque perdimos uno -_-), compramos nuestro boleto y esperamos el autobús hacia Londres. Yo les conté como estaba el pedo de la Oster Card, y los puse al tanto de la huelga, y la línea amarilla que no funcionaba etc, etc. Al final, llegamos a Victoria alrededor de las 10:30 pm, tomé un autobús alterno y llegué a King's Cross casi a las 11:30. Obviamente el luggage storage ya estaba cerrado. Di vueltas hasta las 2 am en la estación. Por la huelga, muchas personas perdieron autobuses, trenes, vuelos, etc. y en verdad había mucha gente pernoctando. Eso hizo que ya no me sintiera tan homeless. No es cierto, la pasé fatal: pasé frío (traía ropa de verano porque estábamos a 40º en el resto de Europa), cero varo, cero batería, cero ganas, normalmente no me molesta la soledad pero esa ocasión me sentía desprotegida, turista, sola. Como cuando en Harry Potter 3, Harry está en los columpios esperando qué chingados hacer con su vida, hasta que llega el camión y lo rescata. Solo que yo me rescaté solita.
Ahora, 23 kg de pendejadas necesitaban moverse en chinga hasta el City Airport para abordar el siguiente avión. Afortunadamente a las 6 am también el transporte volvió a la normalidad y pude tomar por fin el pinche tube. Me dolía la espalda, los pies y la cabeza pero así me recorrí las escaleras. Chavita mexicana arrastrando 2 maletas atascadas por el metro a las 7 am. Un chavo me dijo que me ayudaba a bajar mi maleta, le advertí que pesaba un chingo. Hubieran visto su cara de "ah no mames si pesa un resto", solo me dijo "ooh, you're strong" y yo le dije.. " aah, I have to...". Ahora cada vez que siento que no puedo, recuerdo ese momento y digo: I have to... :)
Finalmente llegué al aeropuerto, balancee el peso de las maletas y por primera vez pasé security like a boss. Ya en la sala de espera noté que me sobraban un par de monedas y quise gastarlas para desahogar peso. Pero no me alcanzaba, realmente no me importaba mucho porque ni siquiera tenía hambre o sed. Una increíble señora, supongo, vio mi cara de rota y me compró mi agua :3, bella. Una extraña decidió gastar 3.75 libras en otra extraña solo porque sí. en la sala de espera me dolían los brazos horribles. Supongo que a los viajeros con dinero esas cosas no les suceden porque viajan en taxi, van a hoteles o al menos van acompañados. La cosa es que yo decidí hacerlo low cost y sola. Quizá lo más fácil era pedirme un taxi, pasar la tarjeta de mi mamá o irme a un hotel, ¿pero así que chiste? además, en libras... :S
Ese es el final de esta historia. Siento que debo regresar a Londres y jugarle revancha a su transporte público, esta vez será como el metro del DF (pero si vendedores... y en acento british y pagando un 1.2 salarios mínimos mexicanos solo por usar el transporte). Todo esto me enseñó, entre otras cosas claro, a madurar y no rendirme a la primera o a buscar soluciones en vez de buscar que alguien más lo haga por mí. Cuando viajas, das lo mejor de ti, no se porque pero es de las pocas veces en que realmente eres tú, quizá porque estás en un lugar donde nadie te conoce ni sabe nada de tí. A pesar de todas las inclemencias que pasé, lo volvería a padecer 50 mil veces más veces. Entregarte a ese tipo de experiencias da miedo, pero al final te das cuenta que te fortaleces como persona. Tiendo a ser una chillona quejumbrosa, y es cuanto tengo que repertirme: ¿cómo chingados no lo vas a hacer?, ya los has hecho! My momma may have raised a fool, but she didn't raise no quitter!
Creo que tenía que expresar esto porque, en México tiendo a sentirme diferente, como que las ganas se pierden, todo sabe igual, ya te la sabes y salir de la zona de comfort no es fácil. A veces cuesta trabajo despabilarse y enfrentarse a los retos o peligros, porque todos sabemos que cuesta y que duele, pero neta no hay de otra.. you have to...(cross the wall, Harry) #todossomosharry
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