Les voy a contar un par de secretos. Entremos en confianza con este post a manera de confesión para redimirme o liberarme, por ejemplo: que escucho la canción de Juan Gabriel – Abrázame muy fuerte más seguido de lo que me gustaría aceptar o que me dan muchísimo miedo las películas de terror y suspenso. Es decir, soy más miedosa y chillona de lo que aparento.
Confieso que a veces te pienso y luego me enojo muchísimo porque no lo mereces. Admito que a veces me cuesta mucho trabajo no ser una persona horrible: criticar a mujeres por su aspecto físico, alimentar el ya de por sí fétido ambiente de la sociedad con chismes, juzgar a personas como libros de Sanborns; por su portada tipo: "es porque está buena" y un larguísimo etcétera del cual no estoy nada orgullosa.
Confieso que tengo prolongadas charlas conmigo misma en voz alta, y en diferentes idiomas. Y que incluso a veces no estoy segura si alguna idea o pensamiento la externé solo en voz alta o si se la dije a una persona que no haya sido yo. Me da pena que alguien me escuche pero honestamente no podría dejar de hacerlo porque a veces solo así soy capaz de tener pensamientos lúcidos o al menos congruentes. Confieso que a veces pienso en un mundo posible; donde todo es casi igual a este, salvo que en aquel: usted y yo vivimos juntos y muy felices, la verdad. Perhaps, perhaps in der Zukunft.
Admito también que a pesar de haber leído un par de cosas sobre feminismo y filosofía política y moral, a veces se me sale lo clasista, machista, homofóbica y nefasta. A veces me canso de tratar de ser una mujer "empoderada" y me cuestiono si vale la pena, si en serio hace una diferencia; explicarle a la tía que no entiende que: "no apoyar el feminismo ni el machismo, sino un igualitarismo" es un error conceptual, que ser feminista no implica necesariamente ser una feminazi que odia a los hombres; que más bien es un eufemismo chafa. Neceo con que sí.
¿Vale la pena? Explicarle a quien no tiene ni siquiera abiertos los canales auditivos que la violencia de género sí existe, que hay cosas que te pasan solo porque eres mujer, que no es un exageración ni una moda, que de verdad mujeres mueren debido a éstas creencias, que pagan menos solo por tener un par de senos prominentes y un aparato reproductor distinto.
¿Cómo decir esto desde mi trinchera un poco hipócrita? Porque no me ha pasado a mí, porque he estado a salvo, porque pertenezco al reducido número de la población femenina clase media, piel no oscura (si, en pleno 2017 eso sigue siendo una "ventaja" señore lectore), que tuvo la oportunidad de ir a la universidad y de viajar, es decir, no estoy totalmente dentro de un grupo directamente desfavorecido, aún así sufro desventajas y me enfrento con circunstancias injustas Heey, pero podría ser peor ¿no?
¿Vale la pena? Explicarle a quien no tiene ni siquiera abiertos los canales auditivos que la violencia de género sí existe, que hay cosas que te pasan solo porque eres mujer, que no es un exageración ni una moda, que de verdad mujeres mueren debido a éstas creencias, que pagan menos solo por tener un par de senos prominentes y un aparato reproductor distinto.
¿Cómo decir esto desde mi trinchera un poco hipócrita? Porque no me ha pasado a mí, porque he estado a salvo, porque pertenezco al reducido número de la población femenina clase media, piel no oscura (si, en pleno 2017 eso sigue siendo una "ventaja" señore lectore), que tuvo la oportunidad de ir a la universidad y de viajar, es decir, no estoy totalmente dentro de un grupo directamente desfavorecido, aún así sufro desventajas y me enfrento con circunstancias injustas Heey, pero podría ser peor ¿no?
Me cuestiono si ser necia y reacia a que me pagues la cuenta, el hotel o que pases por mí, me hace menos femenina, menos delicada, menos mujer, –Uff que tontería, en pleno siglo xxi y tú tan open mind, según.
Aún con todo esto, confieso que a veces me pregunto si pensarás que soy bonita. Lo cual, a primera instancia parecería una contradicción. –Tú no necesitas la aprobación de los otros, –yo decido como quiero ser– –mi apariencia no me define– ¿De verdad? Igual me pongo rimel, no vaya a ser la de malas.
Confieso pues, que a veces me descubro torpe, desnuda y ahogada en un mar de contradicciones e inconsistencias, no soy tan ajena a esas inseguridades después de todo. Soy un humano, soy mujer, soy débil ¿Pero por qué soy mujer o de todos modos en mi existencia –independientemente del género– ya venía implícita la debilidad?
Aún con todo esto, confieso que a veces me pregunto si pensarás que soy bonita. Lo cual, a primera instancia parecería una contradicción. –Tú no necesitas la aprobación de los otros, –yo decido como quiero ser– –mi apariencia no me define– ¿De verdad? Igual me pongo rimel, no vaya a ser la de malas.
Confieso pues, que a veces me descubro torpe, desnuda y ahogada en un mar de contradicciones e inconsistencias, no soy tan ajena a esas inseguridades después de todo. Soy un humano, soy mujer, soy débil ¿Pero por qué soy mujer o de todos modos en mi existencia –independientemente del género– ya venía implícita la debilidad?
Esa era una pregunta retórica, no se crean. Las personas más fuertes que he conocido o leído, da la casualidad han sido mujeres o historias sobre mujeres. Solo quería hacer un punto, y ese es que a veces es muy pinche difícil mantenerse firme en las creencias, cuando ves que tienes que remar el doble para estar siquiera a la par. Y ésta pinche sociedad que sobrevalora el sacrificio y el sufrimiento, te dice: "pues qué querías mami, el que no le chinga no logra lo que quiere además, tú ni estás tan buena". Chingar, chingar... joder, penetrar.
Finalmente, admito que a pesar de confesarme para excusar mis torpezas, hay días en que a pesar de tener clarita la teoría, en la práctica, sigo esperando al príncipe azul, guapo, buena onda, inteligente y aliado que me va a salvar del heteropatriarcado, porque eso aprendí. ¡Qué tontería! Da pena solo decirlo, pero también he visto a mujeres fregonas ceder ante el encanto del típico machito galán que te trata con la punta del pie, pero ahí está una. He visto a las mujeres más exitosas, solteras, añorando justo eso y haciéndose menos para recibir un poco de complacencia o sintiéndose culpables por haber elegido ser exitosas. ¿Es neta tan difícil ser mujer fuerte e independiente? Y entonces a las 12:05 pm, me pregunto ¿Y entonces qué?
a)¿Sigo así, siendo la amargada filósofa-feminista "inmamable" que solo quería tener un punto? –Y ni lo logró.
b)¿Me relajo un chingo? ya llegará uno, "no tan malo".
c)¿Nevermind, xdxd? eres una dramática exagerada y feminazi, que chafapenséqueeraschevere.
d) Si habemos en algún lugar del mundo, criaturas racionales que entendemos este conflicto.
¿A ustedes les han pasado estos pensamientos por la cabeza, hombres? ¿Han sentido que tienen que decidir entre ser independientes o ser amados? ¿Alguna vez se han infravalorado para caer dentro de las expectativas de alguien? ¿Resultó como esperaban?
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