Después de llevar a cabo la consecución de mis maquiavélicos planes, me encuentro en un estado de post-reflexión. En aquel momento no podía explicar o justificar el motivo por el cual estaba tan aferrada y decidida a emprender ese viaje. Hoy puedo ver con más claridad el why. Al estar en el Perú con una de mis personas favoritas en el planeta Tierra, descubrí que no era una necedad o deseo acelerado, sino el producto de un minucioso plan que había trazado en mi mente, quizá dos años atrás (solo se adelantó un poco). Por ésta razón, en mi cabeza no había espacio para un no, porque ya se había decidido tiempo atrás. Solo hacía falta mover las piezas para que todo se conjugara.
No escribo esto como solo una apología o una excusa de por qué puedo llegar a concentrar todas mis energías y esfuerzo mental en conseguir algo, que quizá a otros les pueda parecer absurdo, tonto, superficial.
En serio el 2018 inició con una fuerza brutal incontenible. He estado ausente para los demás y honestamente me siento exhausta. Así es como pasé de ser nini a profesora, a enemiga de mi familia para luego irme de vacaciones resort sin dinero, para luego irme de backpackera igual. Un muestreo muy pertinente de la montaña rusa que he vivido este mes, así como de lo incompatible e inconsistente de mi actuar.
A la vez me siento aislada porque no puedo explicar lo bien que me la pasé en ese viaje, sentí que estaba en el lugar correcto, en el momento correcto aunque de hecho no era el caso. Perú fue un maravilloso paréntesis en la crisis que sigo atravesando; fue un oasis en el desierto. Al estar ahí con otras personas de mi edad, entendí que no estaba haciendo "todo mal" o " todo bien", solo estaba haciendo lo que una persona de mi edad debería hacer: acumular experiencias. Llevaba ya tiempo sintiendo que no estaba llevando a cabo el plan maestro que me había supuesto años atrás, lo cual –entiendo ahora– no es del todo cierto; simplemente las cosas no siempre van a suceder en la forma y tiempos que uno cree. Y es que es ese justamente el error; asumir que porque planeas y tienes un plan, las cosas van a pasar así.
Primer pachi axioma post-Perú: Debo, debemos dejar de juzgar todo como "esto está bien" y "esto está mal" porque no lo hiciste de la manera esperada o segura y eso es arriesgado. A la vez, arriesgarse no es cierto que es "malo" porque no te vas a lo seguro, el problema según yo es que lo seguro no es ningún sitio en concreto: puede ser la oficina de tu chamba o la cama de un hostal.
Muchas veces nos la pasamos planeando y planeando para un futuro y se nos olvida que solo tenemos este momento, una vida. No estoy diciendo que deban mandar todo al carajo y volverse unos forevers inmaduros simplemente; que debemos aprender a disfrutar los momentos en el presente, no después. Y eso fue lo que hice en ese viaje, además de seguir mi instinto. Si alguien quiere comerse el postre antes de la comida no está mal solo porque es lo que "normalmente" se espera, no está ni bien ni mal no tener una pareja estable a tus veintitantos, ni un trabajo cabrón solo porque los demás lo tienen. Si tu instinto te dice que te lances por ahí, escúchalo; tal vez ese random curso de manejo de botes te lleve a navegar en Panamá en un futuro.
Sí, sí, sí, eso es lo seguro, pero ¿Acaso no vemos cada día más evidencia a favor de la idea contraria? La evidencia acerca de que el mundo es cambiante y nada es seguro. Un día tienes a Trump de presidente, un día encuentras al amor de tu vida en el momento en que no lo estabas buscando, otro día tiembla y tu casa ya no existe. El error no es repito: tener un plan, sino asumir que si haces todo al pie de la letra, las cosas van a ser EXACTAMENTE como las planeaste. Mi único consejo es seguir ese instinto y desde ahí construir el posible plan de acción, más no el manual detallado y minucioso de cómo lo vas a conseguir (ni siquiera tenemos tanto tiempo para eso).
El segundo pachi axioma es las cosas pasan porque sí incluidas las cosas mierdas, aunque está ligado a lo anterior, el hecho es que hoy estás y mañana quien sabe. Esa es la única certeza que existe. Personalmente tengo que trabajar mucho en esa parte; dejar de tomarme las cosas tan personales o como si todo lo bueno o malo que me pasa dependiera de mí. Shit happens y ya. Aunque es cierto que si te posicionas en la mentalidad correcta es más fácil discernir entre lo que te conviene y luego ese mindset o intuición te encamina a alcanzar un objetivo. Aún así, siempre está ese grado de indeterminación; malas noticias, problemas, despedidas; cosas que no dependen de ti y que son feas y quisiéramos evitar. La cosa es que debemos aprender a seguir adelante a pesar de las complicaciones, no debemos clavarnos tanto en buscar porqués, en buscar culpables o excusas. El cosmos es inmenso y las posibilidades infinitas como para ser tan soberbio en pensar que algo te sucedió solo porque eres tú.
Admito que es super lindo y entretenido pensar en casualidades, unir piezas, pero no debemos olvidar que la causa puede no ser la que estamos atribuyendo al efecto.
En este momento me siento un poco aturdida, tengo el outline y sé hacia donde tengo que ir, solo me hace madurez para aceptar los tiempos y las cosas que puedan suceder en el camino. Madurez y ojo clínico para aceptar que un esquema no es un mapa de cómo va a ser un futuro posible. Como dice la oración cristiana: God grant me the serenity to accept the things I cannot change, the courage to change the things I can, and the wisdom to know the difference... eso me falta.
En este momento me siento un poco aturdida, tengo el outline y sé hacia donde tengo que ir, solo me hace madurez para aceptar los tiempos y las cosas que puedan suceder en el camino. Madurez y ojo clínico para aceptar que un esquema no es un mapa de cómo va a ser un futuro posible. Como dice la oración cristiana: God grant me the serenity to accept the things I cannot change, the courage to change the things I can, and the wisdom to know the difference... eso me falta.
Finalmente, también fallo en asumir que si me caigo o algo malo me sucede va a haber alguien para atraparme cada vez. No importa cuanto me deconstruya, internamente sigo esperando que si me caigo, alguien va a llegar y me va a dar una palmadita en la espalda o me va a limpiar la mugre de las rodillas y me va a decir: no te preocupes, yo lo tengo cubierto. Eso solo genera frustración innecesaria, porque sé que así no funcionan las cosas. En serio tengo que dejar de ser un bebé llorón y concentrar mis energías en salir de esa bache yo sola en vez de desgastarme dándome golpes de pecho sobre algo que de todas formas tengo que hacer solo yo.
Ayñ necesito trabajar tantas cosas...
P.S, hoy no hay recomendaciones de coco; no dejo de pensar en un helado de coco y lúcuma que probé en Cusco...wow la lúcuma, ojalá tuviéramos esa fruta en México.
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